Desde hace algunos meses, venía acariciando la posibilidades de escribir sobre tema como éste, pero no me decidía, debido a que he pensado seriamente, dedicar los artículos del blog, a temas muchos más técnicos, como son: los de economías y energías; pero al ver como han salidos grupúsculos que, dicen ellos ser de izquierda a defender lo indefendible, en el caso de Jhon Percival Matos, he decidido al inicio de este nuevo año, dedicarle un poco de tiempo a esto.
Se conoce como laberinto  desde la antigüedad, a unas series de calles y encrucijadas que, todas aquellas personas que entran, se les haces difícil salir de ellas, es una trampa, y así de entrampada se encuentra nuestra izquierda desde hace mucho.
Desde la caída de la dictadura de Trujillo hasta nuestros días, como izquierda, no hemos sidos capaces de construir una sola propuesta creíble que, encante a las masas, hemos vivido de extrapolar modelos de izquierda de otros lugares, y de copiarlo tal cual. Pero peor, muchos decimos que somos de izquierda, y ni siquiera sabemos lo que indica esté termino, también nos decimos Marxistas, pero la gran mayoría de nosotros, nunca se ha leído a Marx, y mucho menos los han analizados.
Para edificar a los amigos que me leen, el término de izquierda, surge en conjunción con el de derecha, teniendo su origen histórico, en la votación que tuvo lugar el 14 de julio de 1789,  en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución francesa en la que, se discutía la propuesta de un artículo de la nueva Constitución en la que se establecía el veto absoluto del rey a las leyes aprobadas por la futura Asamblea Legislativa.
Los diputados que estaban a favor de la propuesta del mantenimiento el poder absoluto del monarca, se situaron a la derecha del presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, se situaron a la izquierda del presidente. Así el término «izquierda» quedó asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio político y social, mientras que el término «derecha» quedó asociado a las que se oponían a dichos cambios.
Como se puede observar, desde ese 14 de julio de 1789 hasta nuestros días, izquierdistas son todos aquellos que, propugnan por cambios en la sociedad, y los podemos dividir entre aquellos que propugnan por cambios sociales dentro del sistema, y aquellos que pretendemos hacer transformaciones mucho más funda, como los es, cambiar el sistema por uno más justo, donde impere la igualdad y desaparezca la lucha de clase.
A los primeros podemos llamarlos reformistas, y lo que propugnan por cambios más profundos, basados en el socialismos cientifico, se denominan Marxistas. No voy a profundizar en los planteamientos Marxistas, debido que en artículos anteriores ya los he señalados.
No hemos sidos capaces de analizar la realidad social dominicana, a partir del materialismo histórico planteado por Marx, y es por eso que, desde 1961 hasta la fecha, pero muy especialmente después de la revolución de abril, hemos escuchados diferentes frases impulsadas por nuestras organizaciones como son: lo mejor para el campo, golpe de estado revolucionario, revolución inminente, guerra de guerrilla ya…, y por ahí continuamos. Muchos jóvenes y grandes lideres, los perdimos en estas propuestas desfasada de la realidad política dominicana.
Pero lo lamentable de todo esto es que, hoy seguimos tan perdidos como ayer, la izquierda continúa fragmentada, sin una propuesta de nación real y creíble que, sea impulsadas por todos y todas, en cada rincón del país, y que esto cree en la psicología de las masas, una sensación de poder, para que a partir de esa propuesta, podamos tomar el cielo por asalto, como acariciamos muchos.
Ya concluyendo, quiero llamar la atención de aquellos que, quieren vender a John Percival Matos, como un revolucionarios que se dejen de eso, en esto incluyo a su padre, lo que él como padre, debe de hacer es ver en que falló, y reconocer su error, pero sobre todo pedirle perdón a los familiares de los muertos y heridos que este muchacho causó. Lo que este joven fue un vulgar criminal.
Si quieren ver como la justicia revolucionaria actúa con personaje como éste, que vean el caso de Ochoa en Cuba que, a pesar de ser héroe de la guerra de Angola fue fusilado, por trafico de droga, y este muchacho estuvo involucrado en esas acciones desde el día que se robaron el avión y que su padre movió cielo y tierra para que lo soltaran, ahí tiene el resultado.
Tito Olivo
Economista