• Por Tito Olivo
• Economista y Político

La mayor parte de los recursos energéticos mundiales provienen de la irradiación solar de la Tierra; algunas de estas energías, fueron almacenadas en forma de energía fósil, otra parte de ella es usada en forma directa o indirecta como por ejemplo: vía energía eólica, hidráulica o de las olas.

Desde la prehistoria, la energía viene jugando un papel preponderante en la transformación de los productos; pero lamentablemente, nunca ha sido tomada en cuenta como un factor de la producción; muy a pesar de estar, presente en todos los procesos que se requieren para producir.

A partir del siglo XIX, los economistas liberales planteaban que, los factores de la producción eran tres: tierra, trabajo y capital; y es a partir de la segunda guerra mundial, muy especialmente cuando se toma en cuenta la construcción del PBI que, se entiende que el conocimiento es esencial para la producción.

Recientemente en el periodo que va desde 1995 al 2005, es donde se ha notado la importancia del conocimiento como factor de producción; para ese periodo el empleo en la economía del conocimiento creció en Europa un 24% y en Estados Unidos, se flexibilizaron las visas a los extranjeros con altas calificaciones, para trabajar en el área de la tecnología.

El conocimiento como factor de la producción no está en  discusión  ,  ya es aceptado por todos,  donde ha estado el problema es que no se quiere reconocer a la energía como factor de la producción, a pesar que desde la prehistoria la energía ha sido clave para la producción .

La primera revolución energética fue el descubrimiento del fuego por el hombre, el cual empieza a usarlo para cocer los alimentos por medio de la biomasa primaria o vegetal, para posteriormente, usar la biomasa secundaria o animal; con el uso intensivo de la madera, tanto como biomasa o como carbón, la deforestación fue tremenda principalmente en toda Europa.

Cuando la deforestación se constituyó un problema muy grave para la humanidad, por el uso intensivo de la madera para proveer energía; la humanidad pasó al carbón mineral que, ya se venía usando en pequeña escala desde la edad media; pero, es al inicio del siglo XVI que se produce la época dorada de este combustible, lo cual le abre las puertas a lo que conocemos, como la revolución industrial. El carbón mineral reina hasta la llegada del petróleo a la mitad del siglo XIX.

En los últimos  200 años el consumo energético ha sido violento,  lo cual ha permitido el gran desarrollo industrial y tecnológico en el que vivimos hoy,  pero lamentablemente, la base de este desarrollo se ha hecho a partir combustibles fósiles, para suplir mayoritariamente la demanda  energética requerida. Combustibles que por demás son altamente contaminantes.

 BP, en su Revisión Estadística de la Energía Mundial, nos da la razón, cuando en su informe del 2017, nos dice que el consumo en el 2016 creció en 1%, y la demanda energética para ese año, fue suplida en un 33% por el petróleo, 28.1% por carbón mineral, 24.1% por gas natural, 6.9% hidráulica, 4.5% nuclear y solamente el 3.2% de este consumo lo suplieron las energías renovables.

En la revisión estadística de BP, podemos ver que en el 2016 los combustibles fósiles suplieron el 85.2% de la demanda energética de ese año. El petróleo y el carbón mineral que, son los más contaminantes suplieron el 61.1% de la demanda global y, una proporción muy baja fue servida por las energías renovables.

Históricamente el consumo energético ha estado sustentado en los combustibles fósiles, veamos la publicación de Vida Sostenibles,  en su pagina web www.vidasostenible.org, donde nos dice que, el total del consumo de energía domestica a nivel global a octubre del 2015 ascendió a 42 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Expresado en términos de consumo medio por hogar y año, tenemos aproximadamente tres toneladas equivalentes de petróleo para un domicilio medio ocupado por tres personas, es decir, el equivalente a más de 2,5 litros de petróleo por persona al día.

En la actualidad, los precios del petróleo han empezado a repuntar,  y el 25 de enero obtuvo su máximo valor en los últimos 3 años, cuando el Brend se vendió a 71 dólares con 19 centavos,  después de haber llegado a 25,13 dólares por barril para finales de julio de 2016, cuando anteriormente en julio del 2008 habían alcanzado un máximo histórico de más de 147 dólares, el Brend  a la publicación de este articulo se cotiza a 69.49 dólares el Barril.

Este repunte de los precios del petróleo a nivel global, se debe entre otras cosas a las medidas tomadas por los países miembros de la OPEP, así como Rusia y México que, aunque no son miembros de ese cartel, se han, acogidos a la decisión de reducción de la producción de petróleo, lanzada por este organismo.

Ahora bien,  muchos entendidos en la materia, plantean que este repunte de los precios del petróleo creará las condiciones para el uso de las energías renovables, y esa es una verdad a media, pues con este incremento de precio hace más viable  la extracción de petroleo de esquisto y de agua profunda, así como el procesamiento de la arena bituminosa.

La fractura hidráulica, o petróleo de esquisto como también se les dicen, es un procedimiento que, busca explotar los llamados hidrocarburos no convencionales, lo que generara, un riesgo exponencial para los recursos hídricos. Esto, debido a que en la mayoría de las veces se usa agua para hacer la fractura hidráulica, combinada con químicos que, la hacen altamente contaminante, y la cual contamina los acuíferos subterráneos.

Las llamadas arenas bituminosas o aceiteras. Se trata de una especie de pasta formada por arena impregnada de alquitrán que hay que tratar para convertirla en algo parecido al petróleo sintético, que se pueda usar como el petróleo convencional, pero con solamente un 70% de su poder calorífico, y son, altamente contaminante, tanto en su extracción como en su procesamiento.

Si queremos un mundo más sustentables, debemos dar pasos concretos a la producción en gran escala de energías renovables, así como un uso masivo del transporte tanto de carga como, de pasajeros que, sean eléctricos.

Los vehículos eléctricos deben, de recibir sus cargas por medio de energías renovables, pues no se haría nada si la energía servida es de combustibles fósiles, hay estudio que dicen que, si se sustituyeran todos los vehículos convencionales por eléctricos, usando electricidad a partir de combustibles fósiles, el mundo estaría abocado a la desaparición, debido a la lluvia ácida que provocaría.