Por Tito Olivo
Economista y Político.
Aunque todos nosotros, vivimos bajo un mismo techo en esta aldea global,  el comportamiento de los precios del petróleo en este nuevo año no afectará a todos los países por igual, y lamentablemente, en el mundo  siempre  este  ha sido el comportamiento en todos;  los países productores  de petróleo se perfilan que tendrán un año excelente en este 2018, y la situación será un tanto complicada para las naciones que somos importadoras netas de energías.

Cuando hacemos un análisis del comportamiento de los precios del petróleo y sus derivados, desde mediado del año pasado hasta mediado de este mes de enero, podemos comprobar que, estamos en presencia de una, fuerte tendencia hacia el alza,  aunque existen amenazas de que esa tendencia alcista se pueda revertir.

Esta tendencia alcista, se debe, por un lado a las medidas tomadas por los países miembros de la OPEP, así como Rusia y México que, aunque no son miembros de ese cartel, pero que, se han, acogidos a la decisión de reducción de la producción de petróleo, lanzada por este organismo y, por otro lado, a la decisión de Arabia Saudita de recortar su producción.

Desde que estos recortes han venido operando, los precios han venido comportándose en alza; lo que implica que la oferta ha venido equilibrándose con la demanda. Este equilibrio llega después de los costes del petróleo habían caídos a 25,13 dólares por barril para finales de julio de 2016, cuando anteriormente en julio del 2008 habían alcanzado un máximo histórico de más de 147 dólares, en parte, debido a la fuerte, demanda de los mercados emergentes como China, así como la especulación que vivía la economía global.

El 15 de enero de este año, el precio del petróleo se cotizó en su máximo valor en los últimos 3 años, cuando el Brend se vendió a 70 dólares con 35 centavos, donde algunos entendidos en la materia, plantean que el precio del petróleo podría estimarse por encima de los 80 dólares el barril al cerrar este año, debido a múltiples factores.

El vicepresidente de Blackstone Group L.P. en New York, Byron Wien, dijo que “el precio del petróleo en este 2018 subirá a más de 80 dólares.” Agregando que, el WTI 2018 subirá a más de 80 dólares el barril debido a que la economía mundial se seguirá expandiendo en este año, por una demanda inesperada de las economías emergentes, y a una producción decepcionante de la fractura hidráulica, así como a la disciplina de los recortes OPEP, y a inventarios disminuidos, por una producción moderada de: Rusia, Nigeria, Venezuela, Iraq e Irán.

En la actualidad existen amenazas latentes a estos acuerdos que, mantienen los precios del petróleo sobre los 60 dólares por barril por primera vez en dos años y medio, pintando un panorama de estabilidad para el mercado del petróleo en el 2018 a medida que se recorta la producción petrolera global.

Las amenazas, se pueden manifestar en: un no cumplimiento del acuerdo por parte de algunos países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), así como Rusia y que se activen nuevamente la producción excesiva de petróleo del esquito debido a los altos precios del petróleo a pesar de lo dañino que es este método, E.U, pretende introducir unos 10 millones de barriles diarios al mercado, lo que posiblemente no permitirá alcanzar las metas del acuerdo.

Algunos especialistas como Cuminghan, señalan que además conspiraría para revertir la tendencia alcista de los precios del petróleo, es que no se tiene una estrategia de salida del acuerdo de la OPEP, más Rusia y México, debido a que, el acuerdo, no, especifica las pautas a seguir al momento de su finalización. El analista señala que la idea de volver al estado previo al pacto puede «asustar» a los comerciantes, por lo que la OPEP podría plantear un aumento gradual de los límites de producción petrolera.

Cunningham dice que otra problemática, es que para mediados de 2018 «no podrán evitar el problema», y la estrategia que, tomen dependerá, en gran medida de lo que ocurra con la producción acumulada. El experto cita, pronósticos que ven probable «borrar» el exceso de inventarios, pero advierte que, ese resultado se ve amenazado por la creciente, industria del petróleo de esquisto de E.U.

Cunningham. indica que la producción se mantiene en un mínimo de los últimos 30 años, pero menciona que existen muchos focos de posibles, así como situaciones inesperadas que podrían cortarla más aún. «El más obvio es Venezuela», considera, recordando que la producción venezolana cayó en 41.000 barriles diarios entre octubre y noviembre. «Solo se necesita una interrupción importante para invertir el más cuidadosamente elaborado pronóstico del petróleo», concluye.