El segundo abril glorioso contemporáneo, es el de Bahía de Cochino en Cuba, en abril de 1961. El primero de enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista sale corriendo de Cuba, hacia el exilio a República Dominicana, y las guerrillas comandada por el Dr, Fidel Castro Ruz toman el poder, desde ante de bajar de la Sierra hacia la Habana, la CIA y poder político y militar norteamericano maniobraban para que la guerrilla no tomara el poder, pero fueron en vanos sus esfuerzos, pues este entra triunfante a la Habana el 8 de enero de 1959, y al frente de la fortaleza columbia, da aquel discurso memorable donde una paloma llega volando y se le posa en su hombro izquierdo

Desde la instauración del gobierno revolucionario en Cuba, el poder político y militar norteamericano, hacían todos los esfuerzo para tratar de derrocar la naciente revolución, la CIA preparó todo tipo de atentado, para acabar con la vida del comandante en jefe y primer ministro de la revolución triunfante, con la ayuda del gobierno títere de Guatemala se instalo una emisora Radio Swan era una estación de radio pirata con sede en las Islas Swan, un grupo de islas en el Mar Caribe occidental, cerca de la costa de Honduras. Bajo el nombre «Radio Swan» y «Radio América», la estación estaba en funcionamiento desde 1960 hasta 1968.

El gobierno títere de Miguel Ydigoras Fuente, también permite que bajo la supervisión del jefe de la estación de la CIA en Guatemala, Bob Davis se construyera una pista de aterrizaje en este país que permitiera que aterrizaran aviones de ultima generación, mientras esto sucedía Haward Hund supervisaba los trabajo preparativos para la invasión a Cuba, poniendo empeño en el frente político, y dirigiendo el Frente Democrático Revolucionarios, de los exiliados cubanos en la base operativa de Coral Gables en la Florida, este personaje también le paga subsidios a varios periódico para que abran una campaña de desinformación sobre Cuba; igual función desarrollaba el agente David Atlee Philips , quien contrataba espacio de emisoras en el caribe con los mismos fines.

Después de innumerables atentados, al interior de Cuba por parte de las fuerzas agresoras financiadas por el imperialismos norteamericano, para tratar de desestabilizar la revolución Cubana, el 15 de abril, Ocho aviones A-26, con bandera cubana en el fuselaje, bombardearon los aeropuertos militares de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y el Antonio Maceo de Santiago de Cuba, con el resultado de 5 aviones destruidos: un Sea Fury, dos B-26 y dos aviones de transporte. Sin embargo quedaron intactos aviones T-33 y cazas Sea Fury. Estos eran superiores en velocidad a los A-26, que además viajan sin artilleros de cola. La brigada 2506 perdió tres bombarderos. Un A-26 (piloteado por el Capitán Mario Zunigas) fue preparado específicamente para esa misión, salió directamente hacia Estados Unidos desde Happy Valley en Nicaragua y aterrizó en la base aeronaval de Cayo Hueso, donde se presentó como desertor de la Fuerza Aérea (posteriormente Mario Zuniga regresó a Puerto Cabezas y participó en otros ataques) informando que él y otros pilotos habían sido los autores del ataque a los aeropuertos, y que eran parte de una conspiración militar para derrotar al gobierno. Esto era parte de la estrategia ideada para tratar de cubrir la implicación del gobierno americano en el derrocamiento del gobierno de Cuba.


Al día siguiente del ataque el 16 de abril, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana Fidel Castro, en una alocución por todos los medios de difusión y ante una multitud armada, declaró el carácter socialista de la Revolución Cubana. Como medida táctica, el naciente Departamento de Seguridad del Estado de la Revolución Cubana (más conocido como G-2) llevó a cabo una extensa redada para encarcelar a un gran número de opositores, lo que neutralizó numerosos contactos de la contrarrevolución, en particular en la Habana.

El Día 17 de abril, tras cuatro o cinco días de navegación, durante la madrugada se produce el desembarco en Playa Girón y Playa Larga de 1200 miembros de la Brigada 2506 escoltados por buques norte americanos. Horas después los paracaidistas son transportados tierra adentro para ampliar la zona invadida, con la misión principal de controlar las tres carreteras de acceso al lugar. En esas primeras horas los aviones cubanos, en su mayoría modelos viejos, derriban siete aviones B-26 y ponen fuera de combate a los buques Houston y Río Escondido cerca de Playa Larga, perdiéndose el armamento que transportaban para las fuerzas en tierra.

Las tropas regulares del gobierno revolucionario, van llegando paulatinamente a la zona,

reforzando a los milicianos (Milicias Nacionales Revolucionarias) que hasta entonces intentaban rechazar el ataque. Al final del día los barcos de la brigada asaltante se retiran definitivamente quedando sin desembarcar equipos y municiones; el Houston quedó encallado y el Río Escondido fue hundido. El comandante Fidel Castro, con una visión estratégica, comprendió que era fundamental atacar a los barcos desde el aire y desde tierra para anular el envío de suministros y la Fuerza Aérea y la artillería cumplieron sus objetivos.


El d
ía 18 de abril, se inicia la contraofensiva, con el empleo masivo de artillería adquirida en la Unión Soviética y Checoslovaquia. Las maltrechas tropas de la Brigada que controlan las dos carreteras de acceso a Playa Girón son obligadas a retroceder hasta la zona de San Blas; en Playa Larga las tropas invasoras, ante su difícil situación por la falta de municiones, deciden abandonar sus posiciones y dirigirse a Playa Girón para unirse a los otros miembros de la brigada. El ejército cubano se hace con el control de Playa Larga.


El d
ía 19 de abril las fuerzas invasoras tienen que retroceder de San Blas a Playa Girón; los que quedan pronto son cercados y se rinden a primeras horas de la mañana. En la playa, a la escasez de municiones se une la falta de apoyo aéreo, gracias a la efectividad de los servidores de las baterías antiaéreas del Ejército y las Milicias Revolucionarias .


El comandante José Ramón Fernández («Gallego») y el propio Comandante en Jefe Fidel Castro se trasladaron a la zona del conflicto . Fidel Castro presionó fuertemente para la ofensiva de las últimas horas para evitar así que transcurrieran las 72 horas que necesitaba el gobierno de los EE.UU. para reconocer al «gobierno provisional» que allí se intentaba establecer, con el objetivo de evitar la invasión directa de la Marina y el Ejército norteamericanos. Finalmente los asaltantes intentaron huir, unos buscando lanchas, otros por las zonas pantanosas, aunque la mayoría fueron capturados, siendo este unos de los fracasos mas grande vivido por el imperialismo norteamericano, y principalmente el Gobierno de John Fizguerald Kennedy