La ausencia de equilibrio geopolítico en el mundo se pone de manifiesto nuevamente mostrando su más horrible faz y su peor talante. El imperialismo Estadounidense, valiéndose de unos pocos incondicionales, repite el libreto de Irak pretendiendo, sin siquiera maquillarse ni maquillar sus verdaderos propósitos, erigirse en el “campeón mundial” de la Seguridad Colectiva y caer sobre la República Árabe Siria, país soberano, para desguazarlo y disgregarlo como ejemplo justiciero para otros “Estados Forajidos”: ¡Nadie ose desobedecer las órdenes y dictados del Sheriff de esta Aldea Global!

La República Árabe Siria es un país del Oriente Próximo, ubicado en la orilla oriental del mar Mediterráneo, que comparte fronteras con Turquía por el norte, Irak por el este, Israel y Jordania al sur, y Líbano por el oeste. Como podemos observar, está situada en el centro de una zona en conflictos desde tiempos  ancestrales y donde ocurriría, según relatos bíblicos, el mismísimo Armagedón.

Siria posee una población de 20 millones de habitantes, la mayoría de los cuales hablan árabe. Siria es una república desde 1963. En 1973 se aprobó en referéndum la Constitución que la define como República Democrática, Popular y Socialista, basada, entre otros, en el socialismo árabe, los principios de igualdad ante la ley, libertad religiosa y propiedad privada.

Siria, Venezuela. América Latina y el Caribe

La Republica Árabe Siria tradicionalmente ha gozado de una reputación democrática, respetuosa del Derecho Internacional y de la autodeterminación de los Pueblos como premisa básica para la coexistencia.

Las relaciones Siria-Venezuela se vieron fortalecidas durante el gobierno del Comandante Eterno Hugo Chávez quien, en una reunión  con empresarios de los dos países, expresó su deseo de forjar «una alianza geoestratégica de grandes proporciones entre Siria y Venezuela». «Tenemos casi todas las condiciones para crearla», añadió.

 

Y junto a Al Asad, hizo hincapié en la necesidad de buscar una alternativa internacional «…al mundo que se quiso imponer, sobre todo después de que cayó la Unión Soviética y se levantara la bandera unipolar». Esta relación tuvo su corolario cuando Siria firmó  un acta de integración como «miembro aliado» del Alba, con el fin de reforzar su presencia en el Caribe y en Latinoamérica. Y para aquellos que creen que los asuntos del Medio Oriente no nos afectan no hay mejor argumento en contrario.

Hoy, en las vísperas quizás del peor error de cálculo geopolítico de las últimas décadas del imperialismo gringo, el pueblo sirio se halla inmerso en una lucha por la supervivencia nacional, acosado por decenas de miles de mercenarios nacionales y extranjeros quienes no han dudado en hacer uso de armas químicas en las afueras de Damasco con el fin de culpar al gobierno de Al- Assad.

La Comunidad Internacional asiste, atónita a un duelo desigual en el que el poder imperial no ha dejado de recurrir a sus pérfidos ardides, desde el uso de una prensa complaciente que al mejor estilo del magnate Hearst se ha convertido en  “juez y parte” del conflicto en ciernes, hasta el descarado contrato de miles de “luchadores” prestos a masacrar al pueblo sirio  a cambio de treinta denarios, y entre quienes hace filas esa “cosa” tristemente conocida como Al-Qaeda que apenas doce años ha, era “responsable” de cualquier acto insurgente, en cualquier parte del mundo y hoy devenida en el “mejor aliado” de los aparatos imperialistas de inteligencia, si no es que son lo m ismo.

Las repercusiones de la agresión y sus consecuencias ya despuntan en las conciencias de las gentes de todo el orbe. El mundo de hoy no es el mismo de hace dos años, ni siquiera de hace dos meses. Algunos ponen a buen resguardo antiguas relaciones complacientes con los gringos, otros proclaman que no cometerán los mismos errores del pasado reciente al apoyar la agresión a Irak. Caso emblemático el del Egipto  post- Mursi que ha declarado cerrar todo acceso al Canal de Suez a la Armada Estadounidense y sus aliados, de esa manera poniendo sus “bardas” a remojar ante la proximidad de los fuegos vecinos.

En nuestramerica, Cuba, Venezuela y Ecuador acaban de declarar contundentemente su rechazo a cualquier intento de intervención armada en esa República Árabe. Seguramente otras dignas naciones se expresarán en similares términos.

Con el cadáver aún tibio  de Gadafi, quien ni en vida asustaba, flotando sobre el mar de aguas fósiles que subyacen en el Sahara. Con un Hosni Mubarak resucitado al tercer día por obra y gracias del “Nasserismo” y  las torpezas de los “Hermanos Musulmanes” y con el fantasma de Saddam espantando entre el Tigris y el Éufrates, el Sheriff Míster Sam, quien pretende otra hacer muesca en la empuñadura de  su Colt Frontera, llevándose la Cabeza de Bashar Al-Assad debería estar, hoy, preguntándose ¿Por quién se apresuran a doblar esas campanas?

 

 

Víctor Martínez Mata

 

Fuentes:          Descripción Geográfica. Enciclopedia Digital. Wikipedia                 

Diario Correo del Orinoco. Edición del 28 de Agosto de 2013