• Por:  Rógger Taboada
•  Sociólogo y Catedrático Universitario

La anulación del indulto al ex presidente Alberto Fujimori y la absolución del general ollantista Daniel Urresti, acusado del asesinato de un periodista y de haber violado a una testigo de su excecrable crimen, hicieron olvidar por un momento que en el Perú hay elecciones regionales y municipales este domingo 7 de octubre.

Es que el pueblo peruano asiste en estos momentos a un desmoronamiento de su credibilidad en el sistema de justicia, debido a que quienes son los encargados de administrarla, la han envilecido y así tenemos a jueces y fiscales corruptos integrando redes criminales, al igual que alcaldes y ministros involucrados en sucios negociados, cada cual más escandaloso y creador como para haber reemplazado el clásico «como es, cuanto hay» por el ahora famoso «como es la nuez» puesto de moda por el defenestrado ministro Carlos Giuffra.

Si a esto le añadimos el crecimiento de la delincuencia a índices alarmantes, el hecho que este año media docena de alcaldes hayan sido encarcelados por dirigir organizaciones criminales y que nuestros cinco últimos presidentes (uno de ellos, Alejandro Toledo, prófugo), estén involucrados en graves delitos con la empresa brasileña Odebrecht, tendremos una idea de los extremos a que está llegando el desmoronamiento ético en nuestro país.

Por si fuera poco, tenemos un escenario político poco claro, que hasta el momento muestra un elevado porcentaje de abstencionismo en las elecciones del domingo y con liderazgos locales dispersos en muchas regiones y provincias, con poca presencia de partidos nacionales, lo que puede interpretarse como un rechazo a la clase política tradicional incapaz de solucionar los problemas del pueblo peruano, pues se encuentra atrapada en pugnas por el control del podrido sistema de justicia y del propio aparato estatal, que ha de permitirles el enriquecimiento ilícito mediante el control de millonarias licitaciones y la vigencia de este modelo de desarrollo económico fracasado conocido como neoliberalismo.

RESULTADOS ELECTORALES INCIERTOS

Probablemente por el elevado abstencionismo que aludíamos, ninguna encuestadora nacional se ha aventurado a publicar encuestas sobre los resultados electorales. La volatilidad del electorado es tal que es difícil hacer pronósticos, especialmente en provincias y distritos, donde las agrupaciones políticas independientes tienen una gran presencia debido a las escasas representaciones político-partidarias.

Más bien a nivel de regiones (denominadas Estados, en países cercanos) la cosa está más despejada y se presentan situaciones que podrían ser significativas para el futuro de nuestro país debido a un discreto pero eficaz avance electoral de la izquierda revolucionaria. Veamos porqué.

PERÚ LIBRE, partido político que lleva como candidato a gobernador a Vladimir Cerrón Rojas en la región Junín ubicada en la sierra central del Perú, se perfila como seguro ganador en las elecciones regionales. Con una clara vocación democrática y socialista Vladimir Cerrón, neurólogo de profesión graduado en Cuba, ha sido objeto de abyectas campañas difamatorias y macartistas orquestadas por la derecha peruana y la prensa nacional, las mismas que han replicado sin tregua sus esbirros locales, lo cual no ha sido óbice para que el pueblo le siga mostrando su respaldo. Su victoria es inminente.

En la región Puno, sierra sur del Perú está favorito el movimiento MI REGIÓN, que lleva como candidato a gobernador al líder aymara Walter Aduviri, perseguido y sentenciado por jueces corruptos quienes lo condenaron a nueve años de cárcel por haber dirigido, durante el gobierno del traidor ex presidente Ollanta Humala, el levantamiento popular conocido como el «aymarazo» que frenó las inversiones de una transnacional minera que iba a destruir la agricultura de sus pueblos y ni siquiera había cumplido con los estándares internacionales de protección medio ambiental.

El Movimiento de Afirmación Social MAS que lidera Gregorio Santos, lleva como candidato a Porfirio Medina para la gobernación en Cajamarca, región ubicada en la sierra norte del Perú, lugar donde se disputan voto a voto el triunfo en las elecciones del próximo domingo. «Goyo» Santos, un reconocido líder popular confía en el triunfo de su compañero y en repetidas oportunidades ha denunciado la intromisión en la campaña electoral de la minera Yanacocha quien estaría financiando a dos o tres candidatos locales vinculados a partidos políticos de la derecha tales como Mesías Guevara de Acción Popular y al ex ministro Absalón Vásquez de la agrupación política Podemos.

Por el lado de la vieja izquierda se ha formado la alianza JUNTOS POR EL PERÚ integrada por el Partido Comunista Peruano, el Partido Comunista del Perú-Patria Roja, los ollantistas de Ciudadanos por el Cambio, Fuerza Social (grupo de la ex alcaldesa caviar limeña Susana Villarán) y el Partido Socialista. Este frente político tiene las posibilidades de ganar las elecciones en la región Lambayeque, ubicada en la costa norte del Perú. Llevan como candidato a gobernador al ex parlamentario y ex premier del gobierno aprista Yehude Simon Munaro.

Un caso excepcional se presenta en la región Lima ubicada en la costa central y geopolíticamente hablando, la región más importante
del Perú. FUERZA POPULAR, el partido que lidera Keiko Fujimori lleva como candidata a la gobernación a la doctora Lita Román Bustinza, quien goza de una reconocida filiación izquierdista y va en calidad de invitada en la referida agrupación con grandes opciones de triunfo.

Este hecho se ha presentado debido no solo a las debilidades de las agrupaciones de izquierda en la región, sino también a su reacia actitud a conformar un bloque unitario y al descrédito de algunas dirigencias vinculadas al ex presidente regional Javier Alvarado, hombre de confianza y protegido de Ollanta Humala sentenciado y prófugo de la justicia por el robo de cinco millones de dólares.

En las demás regiones puede ocurrir cualquier cosa, salvo en el puerto del Callao, donde está a punto de ganar un grupo político vinculado a bandas criminales y al narcotráfico y que gobierna esa ciudad desde hace treinta años.

LIMA LA HORRIBLE

En la capital de la república para las elecciones a la alcaldía se han presentado cambios inesperados. Hasta hace 15 días encabezaban las encuestas el ex parlamentario fujimorista Renzo Reggiardo de la agrupación PERÚ PATRIA SEGURA, escoltado por el dos veces alcalde de Lima Ricardo Belmont quien postula por PERÚ LIBERTARIO, versión limeña del partido PERÚ LIBRE que lidera Vladimir Cerrón.

El primero fue acusado de «pituco» y trafero en los medios y su descenso fue notorio, mientras que Belmont fue acusado de representar a un partido marxista, leninista, maoísta y «chavista» como Perú Libre. En algún momento Belmont pasó a liderar las encuestas para alarma de los sectores derechistas del Perú quienes a través de su prensa, radio y tv que controlan desataron una furibunda campaña en su contra imputándole toda clase de acusaciones , llegando casi al extremo de acusarlo de ser el responsable del calentamiento global.

Hoy el panorama ha cambiado y quienes encabezan las encuestas a la alcaldía son el general retirado Daniel Urresti, del grupo político PERÚ PODEMOS acusado de asesinato del periodista Hugo Bustíos, y Jorge Muñoz del partido ACCIÓN POPULAR vinculado a la derecha tradicional del Perú.

Aun cuando todo no está dicho, es de colegir que los resultados electorales han de gravitar en lo que políticamente ocurrirán en las elecciones del año 2021, año del bicentenario de la independencia nacional.

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(*) Profesor universitario. Director de CORREO BOLIVARIANO