• Por
  • Tito Olivo
  • Economista y Político

El miércoles 27 de junio del año en curso, viajamos desde nuestro querido terruño, hacia México, Max Puig, presidente de la APD, y quien escribe este articulo, como encargado de asuntos internacionales de la APD; íbamos a una cita con la historia, porque seríamos testigos presenciales del triunfo de AMLO y de la coalición Juntos Haremos Historia, formadas por MORENA, PT Y PES, así como por una constelación de movimientos sociales que integraban esta coalición.

Al arribar al aeropuerto Benito Juarez, nos esperaba un compañero del PT, acompañado de una compañera de Costa Rica que, había llegado hacia un momento en otro vuelo, nos montamos en unmicrobus y nos dirigimos al hotel Casa Blanca a dejar el equipaje, para irnos inmediatamente al estadio Azteca, para ver el cierre de campaña; por el camino, le pregunto al compañero del PT que como ve las cosas, y él me contesta con cierta timidez, compañero hay que esperar al domingo, porque estas gentes son muy tramposas.

Ya en el hotel, bajamos nuestros equipajes y lo llevamos a la habitación e inmediatamente nos dirigimos al estadio Azteca, al llegar después de unas dos horas de camino, encontramos un estadio reventado de gente de bote en bote como se dice, nunca en mi dilatada, participación política había yo visto tantas gentes juntas, cuando vamos a entrar por donde nos correspondía según las boletas que teníamos como invitados internacionales, ya no lo podíamos hacer, porque se había llenado totalmente esa localidad.

Estuvimos caminando y dando tumbo entre las gentes que se aglomeró en el estacionamiento del estadio Azteca en busca de poder entrar, hasta que por fin lo logramos después de una larga caminata, al entrar y ver la euforia de las gentes no me cabía duda, AMLO era el seguro ganador después de dos intentos anteriores donde le habían robado las elecciones.

El discurso de AMLO en el estadio Azteca fue para hacer historia, de entrada dijo: » los frutos que ahora comenzarán a recogerse vienen también de la siembra de ideas, del trabajo de dirigentes políticos de todos los niveles y regiones del país. Como aquí se dijo, de millones de voluntarios, brigadistas que van casa por casa repartiendo el periódico Regeneración», expresó.

Su discurso continuó con el ataque a la corrupción, diciendo que esta es la causa principal de la desigualdad social que vive México, así como, de la criminalidad, y el publico lo aclamaba con euforia, en cada trozo de su oratoria, pero donde más fue aplaudido fue cuando dijo que, sin derramamiento de sangre se haría en México la cuarta transformación, agregando en seguida que la primera fue el grito de la independencia, la segunda la reforma y la tercera la revolución mexicana.

Con estas palabras, AMLO estaba cerrando un ciclo histórico para México, y estaba a la vez abriendo otro que, tiene que ver con la transformación política, social y económica de esa hermana nación, pero esto no se ha quedado como una retorica de cierre de campaña, también fue ratificado por López Obrador en su discurso del triunfo en el Zócalo en la madrugada del día 2 de julio.

Después de haber visto ese majestuoso cierre de campaña, con el derroche artístico que hubo, y ese magnifico discurso, así como la euforia de las gentes que estaban presentes no existía la mínima dudas de que López Obrador ganaría por amplio margen, pero además las encuestas me los confirmaban, al igual que las gentes en las calles; aunque estos con ciertos niveles de timidez, pudiéndome dar cuenta que, ya no eran solamente los compañeros del PT que, me expresaban sus temores sino también el pueblo llano que, a mi pregunta daban un repuesta AMLO gana, pero hay que esperar con lo que vienen estas gentes que son unos mañosos.

La gente sentía aprensión por los fraudes del 2006 y 2012, pero ya se había logrado por las persistencias de López Obrador, la reforma electoral del 2014, y les hacíamos ese señalamiento, pero además las encuestas les daban unos 30 puntos de diferencias con el más cercano contendor, cosa esta que dificultaba la realización de un fraude, donde para mí, si se hacía este fraude, serían en las elecciones a las gobernaciones, municipales y congresuales, principalmente en esta ultima, para así poder frenar las reformas políticas, económicas y sociales que, AMLO pudiera llevar al congreso, para abrir un nuevo ciclo histórico para México, y con ese temor a fraude nos levantamos el 1 de julio.

Bien temprano a las 7 ya estábamos desayunando en el hotel y de ahí partimos a Tlalpan donde desarrollaríamos nuestra misión de observadores, eramos Carlos López y León Cristali de Argentina, Paco Torres de Puertorico, Claude de Canadá, y Max Puig y quien escribe de República Dominicana.

Cuando llegamos a un mercado en Tlalpan, y vimos la afluencia de gente votando, donde los representantes del INE, nos explicaban los niveles de seguridad que existían en las boletas, nos fuimos dando cuenta que el hacer el fraude no era una tarea tan fácil, pudimos observar como las gentes en el mercado hacia su fila para votar, mientras otros desarrollaban sus actividades comerciales.

Nos fuimos al hotel a comer, Max, Claude y Paco decidieron volver inmediatamente al teatro de operaciones, León, Carlos y yo, nos quedamos para volver a las 6 de las tardes al INE en Tlalpan, y juntarnos con ellos allá, iniciamos la marcha hacia Tlalpan para unirnos a Max, Paco y Claude al atardecer, por el camino nos cayó una granizada que parecía nieve, y al llegar al INE casi a las 8 de la noche los candidatos perdedores ya estaban reconociendo el triunfo de AMLO.

AMLO era el virtual presidente, cuando recibimos una llamada de la compañera Ileana del PT, para que nos moviéramos para el hotel Hilton, de donde López Obrador daría una rueda de prensa, salimos hacia allá, pero el desbordamiento humano era tan grande que, no pudimos entrar, entonces los dos compañeros argentinos y yo, decidimos irnos a nuestro hotel para ver el discurso por televisión, ya por lo menos no había aprensión en el tema de las presidenciales, ahora el temor era en las gobernaturas, congresuales y municipales.

Patxi Andion en la década de los setentas tenía una canción que decía: una dos y tres, lo que usted no quiera para el rastro es, pero en México se decía a las tres es la vencidas, y se decía así porque Adres Manuel López Obrador había aspirado dos veces con anterioridad y le habían ganado con malas artes.

Las dos veces que se les habían impuestos a López Obrador por medio de artimañas fueron: en el 2006 y el 2012, y en ambos casos tuvo que desarrollar una lucha tenaz, tanto a lo externo de su partido de ese momento que era el PRD como a lo interno de este, donde la corriente denominada Nueva Izquierda dirigida por los que se conocían como los Chuchos, cuyos nombres son: Jesús Ortegas y Jesús Zambranos.
Estos dos personajes, habían pactado tanto con el PRI como con el PAN, en el momento en que AMLO había tomado el paseo de la reforma por tres meses para protestar en contra del fraude del 2006, la lucha a lo interno del PRD obligaron a López Obrador a romper con ese conglomerado político y crear a MORENA.

Esta organización política, surge primero como una organización civil en el 2011, para apoyar la candidatura a las elecciones federativas del 2012, donde AMLO era candidato a la presidencia, y obtiene su registro en el 2014; siendo esta una sabia decisión. La lucha a lo externo le permitió a López Obrador, lograr la reforma electoral del 2014 que, en cierta medida dificultó el fraude.

Aunque en términos generales las elecciones se presentaron de una manera más o menos diáfanas, y digo más o menos porque hubo lugares, donde se reeditó la compra masiva de votos, y asaltos a urnas, como fue el caso de Puebla, donde se presentaron grandes inconvenientes, y donde existen pruebas documentadas de las artimañas realizadas.

Esa jornada cívica fue manchada en Puebla por un factor político, llamado “Monerovallismo” para tratar por todos los medios de conservar el poder, según me dicen, trataron de hacer una imposición a sangre y fuego de la candidata de la Coalición por Puebla al Frente (CPPAF), Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle, para preservar su nicho de impunidad, su modelo de negocios y el control faccioso de las institucione de ese pueblo.

Para tratar de imponerse, desde el poder se controlaron los órganos electorales, la campaña de la candidata oficial fue financiada por medio de recursos públicos desviados, y las dependencias gubernamentales funcionaron a su favor; usando métodos coercitivos para mantener un control absoluto de los medios de comunicación y desde las instituciones estatales de justicia, llegaron a la intimidación a los disidentes.

A la candidata a la gobernación por la Coalición Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso, el Instituto Estatal Electoral (IEE) no la sancionó por sus evidentes rebases en los topes de precampaña; y con la evidente intensión de protegerla, solo se organizó un debate entre candidatos al gobierno estatal.

El (IEE) emitió resoluciones cautelares en contra de Miguel Barbosa, por supuesta violencia política de género que, la justicia electoral federal desechó por improcedente, se permitió la operación del fraude donde incluso, existen indicios de que algunos servidores públicos del IEE participaron directamente en estos hechos.

La campaña de Martha Erika fue financiada con dinero desviado de las arcas públicas por medio de todo un entramado corrupto que, operó durante su gobierno y el de Antonio Gali Fayat, Rafael Moreno Valle por medio de las sobrevaluaciones de las obras que construían, los cual les permitió obtener enormes cantidades de dinero que, utilizaron en el financiamiento de sus proyectos políticos.

Sobre Puebla y el fraude electoral cometidos por la coalición Por Puebla al Frente que llevaba a Martha Erika Alonso como candidata a la gobernación de esa demarcación, seguiremos abundando en el próximo articulo donde presentaremos muchos pero muchos más datos contundentes que van a develar este fraude que, no debe de quedar impune, y lo que debe de implicar la anulación de las elecciones y fuertes sanciones para aquellos que cometieron esos hechos desdeñables.