Por Tito Olivo
Economista y Político
Con la imposición del modelo neoliberal vemos que, el 1% de las personas más ricas acumulan el 43% de la riqueza mundial, donde el 20% más rico posee el 94% de toda la riqueza a nivel global, y el 80% restante solamente tiene el 6% de la riqueza. Hace 200 años las naciones más ricas eran 3 veces más ricas que las más pobres, a finales de los 60s eran 35 veces y hoy son 80 veces más ricas, éste es el modelo que se ha construido.
Estos datos fríos, nos demuestran que, ese modelo ha impuesto en el mundo una amplia concentración y centralización de los capitales; lo que permitió la explotación intensiva del trabajo y de los recursos naturales, principalmente el energético debido a la incidencia que tiene en: la producción, transportación y comercialización de los bienes y servicios.
Para imponer este modelo, se eliminaron leyes como la de Glass-Steagall que, es el nombre bajo el que se conoce generalmente la Ley ‘Banking Act’ de los Estados Unidos que, entró en vigor el 16 de junio de 1933 y fue la ley que estableció la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y que introdujo reformas bancarias, para controlar la especulación financiera.
Con la eliminación de los controles al sector financiero, se le abre la puerta a la especulación financiera y, con esto al desarrollo del capital especulativo; creando las condiciones para la crisis del 2008; con los llamados créditos subprime o basura como se les conocen.
Mantener un alto nivel de consumo con una caída del salario real, solamente ha sido posible, gracias a un endeudamiento creciente, tanto del estado, las pequeñas y medianas empresas, así como de las familias; tarde o temprano ese endeudamiento, sino se toman las medidas de lugar, tendrá que desembocar en una nueva crisis de la deuda como aquella que vivimos en los 80s.
El consumo energético es un factor de crisis ambiental, representando un grave problema para la humanidad, debido a su incidencia en el calentamiento global; para tener una idea de esto, desde 1859 hasta 1969 se consumieron unos 227 Mil Millones de barriles de petróleos baratos, de eso el 50% se consumieron en los primeros cien años y el otro 50% de 1959 al 1969, y de ahí hasta hoy es impresionante la cantidad de barriles que, hemos consumidos de ese energético.
La magnitud del crecimiento del consumo de petróleo, lo refleja el informe de la Agencia Internacional de Energía; donde nos dice que en el 2015 el consumo de petróleo fue de 93.3 millones de barriles por día. Con ese alto consumo estamos incrementando cada día de forma muy acelerada el calentamiento global, y con éste, todas las consecuencias negativas que, de él se desprenden.
En la actualidad, consumimos cada día en términos energéticos, el equivalente a 210 millones de barriles de petróleo. El 75% de estas necesidades energéticas se cubren con la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón), responsables además de la contaminación atmosférica causante del cambio climático.
Estados Unidos produce sólo el 12% de la producción mundial de petróleo, pero consume el 25%, y es el responsable directo de la cuarta parte de las emisiones de CO2, con tan sólo el 4% de la población mundial. Con este ritmo actual de producción, E.U, tiene crudo para 11 años; pero si tuviera que producir todo lo que consume sólo tendría para 4 años.
El petróleo, está presente en la gran mayorías de productos consumidos por la humanidad. Estos van desde los alimentos, abonos químicos y medicamentos hasta los combustibles; pasando por las fabricaciones de equipos de todas clases, así como de ropas y calzados. Por lo tanto deshacerse de el, no es una tarea fácil.
Para poder superar esa situación, el desarrollo de la investigación e innovación debe de ser el norte en un nuevo modelo, para sustituir el alto consumo de petróleo que se da a escala global, pero además para producir nuevas oportunidades de negocios sustentables, y con ellos nuevas oportunidades de empleos.
Dentro de esos negocios sustentables están: el producir abono orgánico y plásticos biodegradables en gran escala, y de esa manera ir sustituyendo el uso del petróleo gradualmente. Hoy se domina la tecnología de producción de plásticos biodegradables que, se fabrican con materias primas orgánicas procedentes de fuentes renovables, como el plátano, la yuca, la celulosa, las legumbres y las algas marinas, por lo tanto ése, no será el problema.
Debido a la carga agresiva de los combustibles fósiles al planeta, se inscriben dentro del desarrollo de inversiones sustentables, creando las condiciones para las sustituciones de estos carburantes por energía renovables; tanto para la generación eléctrica como para el transporte que, debe de ser eléctrico y masivo. En este renglón debemos avanzar en el uso del hidrógeno como fuente de energía.
La forma en que los países de menor nivel de desarrollo disponemos de la basuras, no es la más adecuada; por lo tanto es de vital importancia en este nuevo modelo, tener financiamientos frescos a largos años y a tasas de interés bajas por parte de las naciones de mayor nivel de desarrollo; para hacer de los basureros grandes centros de producción de biogas y de reciclaje, si es que queremos tener un planeta más habitables y sustentables.
Para hacerle frente a estas situaciones, debemos de cambiar la forma en que venimos produciendo, consumiendo y tirando que, se conoce como economía lineal; para pasar a la economía circular que, se define como una filosofía de organización de sistemas inspirada en los seres vivos; aplicando el concepto llamado 3R de ” reducir, reciclar y reutilizar”.
Independientemente de adoptar el modelo circular para producir, hay que desarrollar el cooperativismo, y los autos negocios por medio del TICs, para de esa manera absorber esa mano de obra que, debido al desarrollo tecnológico queda cesante,
Para concluir, la elevación del gasto social y de la productividad tendrá que ser una necesidad en el nuevo modelo; esto debe de ir acompañado de un régimen impositivo, progresivo para las empresas y las familias; para así tener un sistema más inclusivo y, evitar de esa forma que se produzcan devaluaciones con caída del PBI, debido a los males que esto arrastra.