Por Tito Olivo
Con la revolución industrial que, se inicia en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido,  y se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y Norte América, concluyendo entre 1820 y 1840; así como  el inicio de extracción de petróleo en 1859 en USA y el descubrimiento del motor de combustión interna, construido por el francés Etienne Lenoir en 1863; se dieron grandes pasos de avances para el desarrollo de la humanidad, pero también se han dados grandes pasos para la destrucción de nuestro ecosistema.
A partir de estos descubrimientos,  avanzamos en un consumo desenfrenado, como si los recursos fueran infinitos, y sin importarnos el habitad donde vivimos. Para tener una idea de como hemos idos despilfarrando los recursos energéticos, desde 1859 hasta 1969, se consumieron unos 227 Mil Millones de barriles de petróleos baratos, de eso el 50% se consumieron en los primeros cien años y el otro 50% de 1959 al 1969, y de ahí hasta el 2016 mete miedo la cantidad de barriles que se han consumidos.
El mundo ha ido avanzando en un consumo desenfrenado, la gente es programada para consumir, y los bienes pasan de moda no bien han salido al mercado, los productos industrializados básicamente los tecnológicos tienen lo que se llama obsolescencia controlada, vienen con una vida útil para durar solamente  un corto tiempo, de seguir así estamos creando las bases para la destrucción del planeta.
Hasta ahora, nos hemos basados, en una economía lineal y de consumo infinito, pero vivimos en un mundo en cuales sus recursos son limitados y en muchos casos son escasos, pero que tampoco es un mundo lineal, por lo tanto se hace necesario de romper este esquema, por uno mucho más amigable con el medioambiente donde vivimos.
Desde la perforación del primer pozo en los Estados Unidos en 1859, el petróleo se ha venido imponiendo en la economía como una mancha que se esparce en todas las áreas económicas, que van desde la producción de combustibles, abono para alimentos, la industria química y del plástico hasta medicamento, controlando todo estos procesos una pocas empresas multinacionales.
En el 2015, el consumo de petróleo, ha sido mucho más impulsivo, según la Agencia Internacional de Energía, esté fue de 93.3 millones de barriles por día, y con ese consumo tan violento de petróleo que tiene la humanidad, vamos a ir incrementando cada días de forma más acelerada el calentamiento global, y con ello todas las consecuencias negativa que esto nos genera.
En  la actualidad, cada día  consumimos en  términos energéticos el equivalente a 210 millones de barriles de petróleo. El 75% de estas necesidades energéticas se cubren con la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón), responsables además de la contaminación atmosférica causante del cambio climático. Estados Unidos, produce sólo el 12% de la producción mundial de petróleo pero consume el 25%, y es el responsable directo de la cuarta parte de las emisiones de CO2 con tan sólo el 4% de la población mundial. Con el ritmo actual de producción, E.U, tiene crudo para 11 años, pero si tuviera que producir todo lo que consume sólo tendría para 4años.
Para hacerle frente a esta situación tan dañina, debemos de cambiar la forma en que venimos produciendo y consumiendo. Debemos dar pasos concretos para ir de la economía lineal en que vivimos, a la economía circular que,  se define como una filosofía de organización de sistemas inspirada en los seres vivos que, persigue el cambio en la forma que usamos en la actualidad que es: producir, usar y tirar, para ir a un modelo circular, tal y como ocurre en la naturaleza.
Este sistema, divide los componentes de los productos en dos grupos generales que son: nutrientes biológicos y técnicos. Entendiendo como nutrientes biológicos, aquellos que son biodegradables, y se pueden introducir en la naturaleza después de que su valor de uso ya no es rentable. Ejemplos de nutrientes biológicos podrían ser: residuos de alimenticios, tejidos de algodón, materiales plásticos biodegradables, ésteres orgánicos (jabón), etc.
Los nutrientes técnicos hacen referencia a los componentes tecnológicos que, son pocos aptos para los seres vivos y, por ello, son reutilizados una y otra vez sin entrar en la naturaleza. Estos componentes se diseñan para poder ser ensamblados y desmontados un gran número de veces,  favoreciendo la reutilización de materiales y él ahorro energético.
Todos los países a nivel mundial, tenemos que ir dando pasos agigantados para el uso de la economía circular, pero lo que más debiéramos impulsar este nuevo modelo, somos las naciones insulares que; como la nuestra somos las más afectadas por el cambio climático, pero además somos importadores netos de energéticos.
Debemos de cambiar, y cuando planteo que tenemos que cambiar, este cambio debe de iniciar por cada uno de nosotros, para que así puedas cambiar el mundo, debemos de » reducir, reciclar y reutilizar», si aplicamos este concepto llamado 3R, ahorraremos más dinero, pero sobre todo, tiraremos menos basuras que, es responsables en gran medidas en la producción de gases de efectos invernaderos que contribuyen al calentamiento global.
También, debemos de participar activamente en las organizaciones que plantean un cambio en la forma que, nos hemos venidos conduciendo hasta ahora, para de esa manera hacer conciencia en los gobiernos de que debemos de cambiar y debemos cambiar para bien de la humanidad; porque ya no podemos seguir en una economía derrochadora y basada en los combustibles fósiles.
Tenemos que dar pasos concretos para la sustitución del petróleo, para la producción energética. Hay que ir necesariamente a fuentes renovables, como son: las mareomotriz, geotérmica, eólica, hídrica, biogas y solar; tanto para la producción eléctrica como para el transporte que, debe de ser masivo y eléctrico, cargado con energía renovable. En este renglón debemos avanzar en el uso del hidrógeno como fuente de energía.
Debemos de utilizar las algas marinas para la producción de plásticos biodegradables que, ya en Japón se ha avanzado en este tema, en cuanto al abono ir cada día en la producción de abono orgánico,  y hacer de los basureros, grandes centros de producción de biogas y  de reciclaje, en fin, tenemos que marchar cada día más aceleradamente, en la consecución de estos objetivos, para tener un planeta más sustentable, y dejarles a nuestros hijos y nietos un mejor habitad que, le asegure una mejor forma de vida.