Como vimos en él articulo que publiqué anteriormente, bajo el título de » Puntos coincidentes sobre las crisis entre Marx y Keynes», donde planteo que, tanto Marx como Keines, hicieron un análisis de la crisis a partir de la reducción de la demanda efectiva, pero en este articulo vamos a demostrar que las crisis no solamente se dan y se han dado por la caída de la demanda efectiva.
Existen otros elementos que no fueron tocados por ellos que, inciden en la crisis y están presentes hoy más que nunca, y estos son: el capital financiero especulativo, él endeudamiento publico y privado, así como él efecto pernicioso que brinda el interés compuesto en la economía.
La crisis especulativa, se manifiesta por primera vez en Holanda a finales del XVII, y se le conoce como la crisis de los tulipanes. Estos bulbos, llegan a Holanda debido a que un embajador austríaco en Turquía, Ogier Ghislain de Busbecq, en el siglo XVI 1544 llevó consigo algunos  a los Jardines Imperiales de Viena.
Para mucha gente los tulipanes pueden parecer inútiles, sin olor ni aplicación medicinal, floreciendo sólo una o dos semanas al año. Pero los jardineros holandeses apreciaban los tulipanes por su belleza, y muchos pintores preferían pintar una de esas flores antes que un cuadro.
El deseo de tener un bulbo de tulipanes, hizo que se vendieran a futuros, y la demanda fue tan fuerte, que el tulipán se cotizaba cada vez más caro, pero cuando la gente entendió que, se habían vendido más tulipanes que lo que podía producirse en toda Holanda, vino el primer crack bursatil, con grandes perdidas para las personas que habían invertidos sus recursos en compra a futuro de dicho bulbo.
Después de la crisis de los tulipanes, en el mundo se presentaron un sin números de crisis signadas por la especulación, como fueron: la de las Compañias de los Mares del Sur en 1720, la del ferro carril 1845, la especulativa en activos y acciones de 1927-1929, la sin precedentes sobre todo tipo de acciones y activos financieros estadounidenses de 1995-2000, y la última que conocemos es la de los fondos Suprime que estalló en agosto del 2007 y se ha expandido por todo el mundo.
Para hacerle frente a la crisis de 1929, se tomaron una serie de medidas, una de ellas fue la ley de Glass-Steagall que, introdujo reformas bancarias, para controlar la especulación, entre sus características destaca la separación entre la banca de depósito y la banca de inversión (bolsa de valores). Esta ley fue promulgada por la Administración Franklin D. Roosevelt para evitar que se volviera a producir una situación como la crisis de 1929.
Con la introducción del neoliberalismo, se dan pasos concretos para desmontar las leyes y medidas que regulaban la banca y la bolsa de valores, y en 1999 se da la derogación de la ley Glass-Steagall que, con la reducción de las tasas de interés, a partir de 2002, fueron elementos clave para que se consolidara, a principios del siglo XXI una nueva arquitectura financiera internacional.
Ésta terminó por desencadenar la crisis de 2008-2009, iniciada en Estados Unidos e irradiada casi inmediatamente a Europa y otras regiones del mundo, en una cadena de causalidad en que quedaron implicadas virtualmente todas las instancias del sistema financiero.
Para hacerle frente a esta última crisis especulativa, y la caída de la demanda efectiva debido a la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, se ha ido a incrementar el nivel de endeudamiento, tanto publico, privado y de las familias, y hoy el mundo está más endeudado que antes del estallido de la crisis financiera en agosto de 2007.
De acuerdo al último informe de la consultora Global McKinsey, publicado en febrero del 2015, la deuda global en relación al producto interno bruto es mucho más abultada de lo que fue en el 2008. Esto confirma que las políticas implantadas por la troika han sido un fracaso en toda la línea. Esta para la fecha del estudio, se había colocado por encima de los 200 billones y sigue creciendo.
El crecimiento de la deuda, con la forma perniciosa que genera el interés compuesto, nos abren las puertas para una crisis mucho más profunda y letal que, las que hemos vividos hasta ahora, esto lo pasaremos a explicar en el próximo articulo.
Tito Olivo
Economista